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Domingo Liotta.
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El primer corazón artificial que fue implantado a un humano y que fue desarrollado por Liotta, junto a Cooley / (Chip Somodevilla/Getty Images).
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  • Fue médico de Juan Domingo Perón, se desempeño como secretario de Salud y fue uno de los impulsores del derogado Sistema Nacional Integrado de Salud.
    Pero el hito que lo ubicó aún más alto de la historia de la ciencia argentina fue su lugar como pionero de la cirugía cardiovascular y del uso clínico del corazón artificial. Todos estos son algunos de los aspectos que pusieron a Domingo Liotta como uno de los científicos más importantes del país.
    Este jueves, según confirmó la familia, falleció a los 97 años, en Buenos Aires.

    Tras difundirse la triste noticia, desde distintos ámbitos académicos y de las ciencias expresaron su pesar por la pérdida.
    “Con profundo dolor despedimos al Dr. Domingo Liotta (1924-2022), cirujano cardiovascular y uno de los grandes maestros de la medicina argentina. Mundialmente reconocido por su trabajo pionero en corazón artificial total y sistemas de asistencia ventricular izquierda”, afirmaron desde Consejo de Cardiología Clínica y Terapéutica de la Sociedad Argentina de Cardiología.

    Además, distintos representantes de la medicina y la ciencia nacional también lamentaron la pérdida mediante sentidos mensajes en redes sociales.
    “Se fue un grande de verdad, se fue un pionero. Un incansable. Siempre fue perfil bajo. Nunca quiso abrir una clínica privada. Un tipo desapegado al dinero y unido a la familia. Su gran preocupación fue la humanidad”, dijo su hijo, Patrick Liotta, en declaraciones a la agencia oficial Télam.

    En Entre Ríos, el 29 de noviembre de 1924 nació quien sería uno de los cardiocirujanos más importantes de la historia de la ciencia argentina, y será esa misma provincia donde descansarán sus restos, más específicamente en Diamante, según adelantaron desde el entorno familiar.
    Asimismo, señalaron que su deceso, ocurrido el miércoles por la noche, se produjo como consecuencia de una isquemia intestinal.

    El hito científico más importante de su carrera, sin dudas, fue el Corazón Artificial Total, que inició cuando era residente en la Universidad de Lyon, en Francia.
    Una estadía que comenzó en 1955 y finalizó en 1960. Sin embargo, en suelo nacional fue donde continuó su investigación, según advierten en la biografía publicada por la fundación que lleva su nombre y se dedica a la investigación médica.

    En 1961, se sumó al departamento de Cirugía Cardiovascular de Michael DeBakey, en la Universidad Baylor de Houston (Estados Unidos) y fue en ese momento donde descubrió la asistencia mecánica cardiocirculatoria con un ventrículo artificial incorporado (LVADs) para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca irreversible.
    Dos años más tarde, junto al estadounidense Stanley Crawford, realizaron el primer implante clínico en la historia de la medicina, con una bomba intratorácica, en el Hospital Metodista de Houston.

    En 1969, junto a Denton Cooley, lograron implantar el primer Corazón Artificial Total. Ese mismo que había comenzado a desarrollar cuando era residente en Francia.
    Gracias a este órgano, el paciente estuvo vivo por 64 horas, hasta que fue trasplantado. Según señala su biografía, el prototipo clínico original del Corazón Artificial Total Liotta-Cooley fue elegido en 2006 para su exhibición en el sector de “Tesoros de la Historia Americana” de la Smithsonian Institution en Estados Unidos.

    En 1971, mismo año en que regresó a Buenos Aires (donde permaneció hasta su muerte), recibió la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio de España y el Gran Cavaliere d’Onore por servicios humanitarios en Italia, entre otras distinciones, además de ser director honorario del Instituto del Corazón de Guangzhou, en China.
    Vale destacar que Liotta fue, además, médico personal del tres veces presidente Juan Perón y secretario de Salud argentino en su último gobierno (1973-1974). Pero eso no fue todo, también fue responsable de la secretaría de Ciencia y Tecnología (entre 1994 y 1996), durante la presidencia de Carlos Menem.
     


    El surgimiento del derogado Sistema Nacional Integrado de Salud y el rol de Liotta

    Hace escasos, el exministro de Salud, Ginés González García, recordó en Infobae el surgimiento del derogado Sistema Nacional Integrado de Salud. El científico había sido uno de sus impulsores.
    “El SNIS fue la iniciativa más importante de integración del sistema de salud argentino. Fue el único proyecto integral de reforma del sistema de salud aprobado por ley en ambas cámaras del Congreso Nacional, en septiembre de 1974.
    Concebido por un equipo integrado por excelentes técnicos de filiaciones políticas distintas del peronismo (Aldo Neri, Carlos Canitrot, Jorge Mera, María Teresa Beas, entre otros) a solicitud de un gran cardio cirujano de renombre en nuestro país, Domingo Liotta”, destacó.

    “El proyecto original de Liotta tenía reminiscencias del sistema inglés: incorporación masiva obligatoria al Estado nacional; carrera profesional común; y unificación de absolutamente todas las fuentes de financiamiento, conformando un ‘sistema único’ regionalizado y con servicios organizados por niveles de complejidad en torno a los hospitales, como una manera de superar las inequidades”, afirmó González García.

    Pese a que finalmente fue derogado, se aplicó en cuatro provincias argentinas.
    “Observo una tendencia a explicar un supuesto “fracaso” del SNIS por presuntos defectos intrínsecos del proyecto, cuando lo cierto es que tuvo que afrontar obstáculos inmensos: la muerte de Perón, la inestabilidad económica y la violencia política. Finalmente, fue derogado de facto por la dictadura más sangrienta de nuestra historia. Tal era la jerarquía que había adquirido el SNIS que esa misma dictadura tardó más de un año y medio en desmembrarlo”, aseguró en Infobae Ginés González García.
     


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